Hablamos acerca de un trabajo en clase para desarrollar las habilidades y competencias de los jóvenes para favorecer la comprensión de las nociones aritméticas a partir de la solución de problemas muy diversos y permitir el desarrollo de estrategias de conteo, cálculo mental, estimación de resultados y el uso inteligente de la calculadora.
El uso de la calculadora puedes ser de carácter destructivo si se deja a lo alumnos realizar cualquier operación con ella evitando su razonamiento, propiciaba un aprendizaje mecanicista que no favorece la comprensión de conceptos, ni un uso eficiente de la aritmética como herramienta para resolver proble, sin embargo sirve como una herramienta para comprender y manejar información de tipo cuantitativo, que llega hacer muy útil si se apreobecha de la manera correcta, y aun con su empleo se le enseña al alumno a razonar y analizar los problemas.
parece sensato pensar que la función de las operaciones de la aritmética, y los conceptos que éstas involucran, podrían comprenderse mejor si su enseñanza se ubica en un contexto en donde la finalidad no sea simplemente ejecutar bien las operaciones básicas, sino usarlas como un medio para resolver problemas. Sin embargo, el diseño de actividades para una enseñanza basada en la resolución de problemas es una de las grandes dificultades aún no superadas, como o quien determina cuáles problemas son más adecuados y cuales no.
Diversos estudios han mostrado el potencial del uso de la calculadora como apoyo en la resolución de problemas, en particular, se ha encontrado que el uso de la máquina favorece que los estudiantes se concentren en los procesos de solución al hacer descansar el cálculo aritmético en la calculadora. Otro aspecto favorable a este respecto es que la disponibilidad de la calculadora en el aula permite que los problemas propuestos sean “más realistas”, ya que el apoyo que brinda la máquina ayuda a que el profesor introduzca en el planteamiento de problemas datos numéricos que no se restringen al manejo de números enteros, aspecto que en el ambiente del lápiz y el papel limita artificialmente las situaciones que dan contexto a un problema matemático.
Cuando se realizan actividades con la calculadora, el cálculo numérico no debe ser el objetivo central de las actividades, sino un medio para realizarlas. Las actividades así diseñadas y el apoyo de la calculadora, propician que los estudiantes exploraran tantas estrategias como les sea posible sin que eso agote sus esfuerzos, lo cual parece favorecer que en muchas ocasiones se encontraran más de una forma de resolver un problema.
El uso de la calculadora en la clase introduce por sí mismo un elemento que motiva curiosidad en los estudiantes, esta curiosidad se manifiesta en un notorio interés en la clase de matemáticas.
Una de las primeras cosas que aprenden los estudiantes es que la calculadora puede realizar los cálculos con mayor velocidad que ellos, y que la calculadora no puede actuar por sí misma ni elegir qué operaciones deben realizarse para resolver un problema; eso es algo que ellos sí pueden hacer. Los estudiantes aprenden pronto a usar la calculadora para poner a prueba sus conjeturas, así que, con el apoyo de la máquina, ahora ellos son capaces de contestar por sí mismos muchas de las preguntas que usualmente planteaban al maestro o a compañeros más competentes. La posibilidad de avanzar por sí mismos refuerza notablemente su auto estima.
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